Los extintores de CO2 son dispositivos que sirven para combatir incendios en equipos eléctricos y fuegos inflamables que utilizan un gas que no deja residuos y además no conduce la electricidad, actúan eliminando el oxigeno necesario para la combustión sofocando las llamas siendo de capacidad muy rápida.

Extintores de C02 - Extintores A2J Coslada

Como funcionan los extintores de CO2

Están basados en un gas inodoro e incoloro formado por dióxido de carbono que sirven para sofocar incendios en equipos eléctricos y materiales sensibles al agua.

Cuáles son sus aplicaciones

Sirven para extinguir incendios de líquidos inflamables y equipos eléctricos, se usan en oficinas, laboratorios, sitios industriales y lugares con maquinaria y equipos eléctricos, pero no son aptos donde personas o animales.

Como usarlos

Primero vamos a evaluar la situación para ver si es seguro apagar el incendio, si es demasiado grande o se encuentra descontrolado deberemos desalojar la zona y avisar a los servicios de emergencia, en caso contrario si vamos a extinguir el incendio debemos tener cuidado con los extintores de CO2 y verificar que no haya personas o seres vivos, ya que puede haber riesgo de asfixia ya que contiene dióxido de carbono y además puede producir quemaduras por congelación.

Con el extintor de CO2, vamos a apuntar hacia la base del fuego y lo descargamos en ráfagas cortas evitando hacerlo en una sola dirección continua, porque si estamos apagando combustible se puede extender y reavivar el fuego, manteniendo una distancia prudencial del incendio, además de evitar respirar el agente CO2 del extintor.

Por último, nos vamos a asegurar que el incendio este totalmente apagado.

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Cuales son las normativas y como se deben de mantener

Es obligatorio que los extintores de CO2 cumplan con las normativas y regulaciones actuales, tanto en su instalación como en su mantenimiento. Es de vital importancia llevar a cabo las inspecciones y las recargas siguiendo las instrucciones proporcionadas por el fabricante y de acuerdo con las normativas aplicables.

Conclusiones

En conclusión, los extintores de CO2 son dispositivos esenciales para combatir incendios en equipos eléctricos y materiales inflamables. Su capacidad para sofocar llamas de manera rápida y su propiedad de no dejar residuos ni conducir electricidad los hacen valiosos en entornos industriales, laboratorios y oficinas.

Es importante recordar que estos extintores no son adecuados en lugares con presencia de personas o animales debido a los riesgos de asfixia y quemaduras por congelación que su gas puede provocar. Utilizarlos correctamente implica apuntar a la base del fuego y descargar en ráfagas cortas para evitar reavivar las llamas.

El cumplimiento de normativas y regulaciones es esencial tanto en la instalación como en el mantenimiento de los extintores de CO2. Realizar inspecciones y recargas siguiendo las indicaciones del fabricante y las normativas vigentes asegura su eficacia y funcionalidad en situaciones de emergencia. En resumen, estos extintores son una herramienta vital en la prevención y extinción de incendios, siempre y cuando se utilicen de manera adecuada y se mantengan conforme a las normativas establecidas.

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Preguntas sobre extintores de CO2

Los extintores de CO2 sirven para apagar incendios clasificados como tipo B y C. Los fuegos de tipo B son producidos por líquidos y gases inflamables, mientras que los de tipo C son aquellos que surgen de descargas o corrientes eléctricas.

El extintor de CO2 funciona mediante la liberación controlada de dióxido de carbono a alta presión. Este gas sofoca la llama al enfriar el fuego bajándole la temperatura y eliminando el oxígeno. Esto ocurre porque un incendio requiere la coincidencia de estos elementos: el material combustible y el oxígeno.

Una vez que hayamos identificado el tipo de fuego, es necesario asegurarnos de que el extintor de CO2 sea el adecuado para combatirlo. A continuación, retiraremos la anilla de seguridad y apuntaremos la manguera del extintor hacia la base del fuego. Luego, procederemos a accionar la palanca para apagar las llamas.

Cuando existan dispositivos eléctricos, cuadros eléctricos o componentes con una tensión superior a 24V, se necesitará disponer de extintores de dióxido de carbono o CO2 de 5 kg, o ABC de 6 kg. El extintor de CO2 no conduce la electricidad, apagando por sofocación el cual se puede usar en fuegos de clase B, A o C

Cuando usamos un extintor de CO2, al apagar el fuego, estamos enfriando el aire mediante partículas de hielo seco, que es el CO2 en estado sólido. Debemos sostener el extintor por la parte más alejada del punto de proyección o salida, ya que su proyección sobre la piel puede provocar quemaduras por congelación.

Al actuar como un agente sofocante, el CO2 desplaza el oxígeno en las zonas donde se aplica, lo que puede llevar a situaciones de asfixia. Este gas, que es tóxico, también puede causar intoxicación, además debemos tener en cuenta que, en espacios cerrados, la concentración máxima de CO2 que una persona puede tolerar es del 6%.

En España, no es obligatorio colocar extintores en las viviendas, pero sí en los edificios. En los pisos nuevos de nueva construcción, es común ver extintores en pasillos, entradas y garajes, y es esencial que estén colocados a una altura máxima de 120 cm, pero además en los edificios de uso general, es obligatorio situar extintores cada 15 metros de recorrido desde cualquier punto de evacuación.

Se deberán realizar inspecciones periódicas a los extintores de CO2 a cargo del personal capacitado y recargarlos según las normativas vigentes y las instrucciones del fabricante.

En España, en conformidad con la normativa UNE-EN 3-7:2005+A1:2009, se establecen las siguientes pautas para realizar las inspecciones de los extintores de CO2:

  • Mensualmente: Se verifica la ubicación en la posición designada, el estado y que no hayan sido manipulados.
  • Anualmente: Se examinan todos los componentes (boquilla, manguera y el casco), así como la presión y si es necesario, se recargan.
  • A los 5 años: Se realiza una revisión técnica más profunda por un técnico especializado, acciones de mantenimiento más extensas según lo exija la normativa vigente.
  • A los 10 años: Se efectúa una revisión completa, incluyendo una prueba hidrostática para el cilindro para garantizar que el cilindro esté en condiciones seguras y cumpla con los estándares de presión establecidos.